10 DE FEBRERO: DÍA INTERNACIONAL DE LAS LEGUMBRES
No dejemos pasar esta fecha sin poner en valor sus beneficios y las diferentes culturas gastronómicas que giran en torno a ellas.
De hecho, estas semillas pequeñas y multicolores han sido
uno de los alimentos nutritivos de la naturaleza desde el principio de los
tiempos.
Las legumbres, junto con los cereales y algunas
frutas y raíces, fueron compañeros inseparables de la evolución humana, formando la base de su alimentación durante
milenios.
Fueron cultivadas por una gran variedad de culturas y, según
la especie, con distintos orígenes: desde Mesopotamia, y Asia Oriental, hasta América
precolombina.
Algunos historiadores datan su cultivo en unos 20.000
años, y es probado que hace unos 10.000 años, en el Oriente
Próximo, existía una asociación entre semillas y cereales, como trigo
o cebada, junto a legumbres como lentejas o guisantes.
Los egipcios profesaban veneración por las lentejas
y otras culturas posteriores como, los romanos
les secundaron.
Por otro lado, en China hacia el 2800 a.C. queda constancia por escrito en
los libros de Shen Nung, de los cinco cultivos principales y sagrados:
arroz, soja, trigo, cebada y mijo. Con ella elaboraban preparados muy
proteicos como requesón, quesos, pastas…
Las judías, desde 8.000 años a.C., no solo eran usadas como alimento, sino también
como moneda, en civilizaciones precolombinas de Méjico y Perú, desde allí llegaron a Europa con el
descubrimiento, formando parte, ya inseparable de la dieta mediterránea.
En España desde la Edad Media acompañaron
los hogares populares o más pudientes con platos como potajes, cocidos y
pucheros
Aunque es correcto asociar los guisantes frescos, las judías verdes, la soja o la alfalfa dentro de
esta familia vegetal, la FAO incluye estos últimos entre los vegetales y
hortalizas,
Los garbanzos,
guisantes y frijoles son los tipos de legumbres más conocidos y consumidos,
pero existen diversas variedades más en todo el mundo. La familia Fabaceae en suma, más de 20.000 especies y supera los 700 géneros, de los cuales solo una
parte es considerada dentro del grupo alimentario de las legumbres. Algunas son
mundialmente conocidas, mientras que otras, solo en algunas áreas geográficas
concretas. Pero todas ellas aportan grandes
beneficios desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, la
nutrición, la salud, el cambio climático y la biodiversidad.
Fuente: guía FAO "Legumbres, semillas nutritivas para un futuro sostenible"
Diversos estudios que vinculan la salud humana y planetaria
han destacado su valor como ingrediente para nuestra salud y nuestro medio
ambiente:
Nutricionalmente son una fuente vital de proteína
vegetal y aminoácidos y otros nutrientes clave, tales como potasio,
vitaminas B, fósforo, magnesio, zinc, calcio y hierro. Son ricas en fitoquímicos y antioxidantes, y por su
alto contenido en fibra, pueden ayudar a prevenir la obesidad, a reducir la
presión sanguínea y a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y
diabetes.
Combinadas con la vitamina C ayudan a la absorción del
hierro, con cereales la calidad de la proteína es mejorada
A demás no tienen gluten, por lo que es un alimento
magnifico para las dietas celiacas.
La mayoría de las legumbres secas pueden guardarse durante incluso
años, sin estropearse, si bien, cuanto más tiempo tienen más costará su
cocción. Los profesionales prefieren las de cada temporada (que en el
hemisferio norte se inicia a comienzos de septiembre y en el del sur, hacia
marzo), siendo la calidad óptima de los granos durante unos 18 meses.
No es una mala opción utilizar las precocidas, en conserva, congeladas
o al vacío, siempre consultando el etiquetado para elegir las que menos
condimentos y sodio añadido contengan.
Existen numerosas formas de incorporar las legumbres en cada
comida, desde el rico potaje hasta un acompañamiento, en ensalada o como
untable para la merienda, convirtiéndose así en un excelente y sencillo
complemento para la dieta.
Admiten gran variedad de condimentos que aportaran distintos
matices.
Fuente: https://www.fao.org/publications/card/es/c/3e9717a7-8a8d-4b02-9133-cd58b3311a5c/
https://www.fao.org/publications/card/es/c/56753f84-51b1-48c7-8f2e-533e75813db7/
Además, el incluirlas en la rotación de cultivos hace que sea más sostenible, ya que requieren
relativamente poca tierra para cultivar, emplean bacterias simbióticas para la
fijación de nitrógeno y contribuyen a
aumentar la biomasa y la actividad microbiana del suelo, mejorando la
biodiversidad del mismo.
También necesitan menos agua para crecer, todas las partes de
la planta se pueden aprovechar y tienen una huella de agua y de carbono muy
baja.
Fuente:https://www.fao.org/publications/card/es/c/5a089dca-0f68-466d-a183-a026d76f2059/
Por todas sus múltiples cualidades, después del éxito
campaña de la FAO durante el año internacional de las legumbres en 2016., las Naciones Unidas declararon el 10
de febrero como Día Mundial de las Legumbres, manteniendo el impulso
positivo que rodea a estas leguminosas sanas, nutritivas y ricas en proteínas
https://www.gciencia.com
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Guia FAO Las
Legumbres ISBN 978-92-5-309463-9
https://www.fao.org/world-pulses-day/es/