La escuela infantil supone para muchas familias y sus criaturas un primer contacto con la realidad educativa de su entorno. Es pues uno de los primeros espacios de socialización y convivencia en el que aprendemos a desempeñar roles y a expresarnos a través de comportamientos que se suponen establecidos desde una perspectiva de género, que ya vienen marcados desde la familia y la sociedad. Este aprendizaje social transmite a las criaturas una identidad de género que trata y consigue asociarle comportamientos, intereses, expectativas y campos de actuación y poder social diferenciados en función del sexo, limitando, en muchas ocasiones, las posibilidades de ambos sexos en muchos sentidos.
Lo que se espera de nuestras criaturas viene marcado en mayor o menor medida por el propio hecho de nacer con uno u otro sexo. Mientras en los niños se valoran y se esperan comportamientos que denotan autonomía, agresividad, fuerza, decisión o liderazgo y en cambio se viven como inapropiadas la debilidad, la sensibilidad o la pasividad. En las niñas, por el contrario, se valoran la obediencia, los cuidados, la ternura, la afectividad o la dependencia y se viven como inapropiadas la fuerza, la rebeldía, el liderazgo o la independencia.
La escuela infantil es por tanto un espacio necesario en el que adoptar medidas directas y positivas encaminadas a eliminar el sexismo y a comenzar una etapa educativa libre de estereotipos y desigualdades. Somos conscientes del papel y la responsabilidad que asumimos como modelo que somos y por ello la escuela coeducativa quiere ser referente e identidad en nuestro proyecto no como algo puntual, sino como un aspecto que forma parte del mismo, que empapa y vertebra todas las actuaciones que en él desarrollamos.
Como equipo educativo hemos de asumir la responsabilidad que tenemos como agentes principales en el proceso de la formación de la identidad, mostrando actitudes abiertas y flexibles que favorezcan la selección de roles complementarios y ajustados, respetando los intereses y necesidades de las criaturas, aunque no siempre correspondan con nuestras expectativas.
En este proyecto están involucradas todas las personas que formamos la comunidad educativa: alumnado, educadoras, familias, personal de servicios, ayuntamiento…para ello realizaremos actuaciones en todos los ámbitos intentando abarcar en nuestra rutina todos los aspectos susceptibles de cambio: lenguaje, currículum, relaciones personales, estereotipos, prejuicios, autonomía, espacios y tiempos, juegos y juguetes, cuentos y materiales de aula.
OBJETIVOS
Con el equipo:
Promover en el equipo un proceso de reflexión y formación en la coeducación.
Transmitir valores y actitudes y propiciar modelos de conducta y pautas no sexistas.
Promover el uso no sexista del lenguaje oral, escrito y visual que utilizaremos en la escuela a la hora de dirigirnos a las criaturas y familias, tanto en nuestro lenguaje hablado como en carteles, paneles, circulares…
Mantener una actitud de alerta ante nuestras propias actitudes sexistas cuando nos dirigimos a las criaturas: tono de voz, comentarios estereotipo (“¡qué guapa!”, “¡qué machote!”, “Mira cómo te has puesto, mamá se enfadará”...)
Garantizar una selección de materiales tanto de aula como curricular en el que esté debidamente cuidado el aspecto de la coeducación: cuentos, canciones, juguetes…
Con las criaturas:
Construir un autoconcepto y una imagen ajustada de sí misma evitando la asignación de roles, estereotipos, valores y comportamientos sexistas.
Identificar gradualmente sus características sexuales en sí y en los demás con curiosidad y respeto.
Identificar las emociones básicas en sí mismas y en los demás y animarles a la expresión de todo tipo de estas.
Iniciarse en los primeros comportamientos prosociales que fomentan el respeto y los cuidados como son la ayuda, el consuelo y las primeras estrategias de compartir.
Desarrollar para ambos sexos en igualdad de oportunidades los valores considerados como femeninos (afectividad, sensibilidad…) o como masculinos (actividad, autonomía…)
Trabajar la resolución de conflictos animando a ambos sexos a no dejarse avasallar por situaciones de abuso de poder: expresando lo que no nos gusta, pidiendo ayuda u otras maneras resolutivas.
Con las familias:
Sensibilizar a las familias sobre la necesidad de una educación no sexista y de la necesidad de su participación e implicación como principales protagonistas en la educación de sus criaturas.
Favorecer el cambio de actitudes de las familias hacia el uso de juegos y juguetes de forma no discriminatoria.
Transmitir a los padres (varones) la importancia de su implicación en la crianza de sus criaturas animándoles a participar de los diferentes espacios de la escuela: entrevistas, reuniones, comisiones, etc.
Reforzar el nivel de implicación de los padres en la atención de sus criaturas.
Y revisar el papel de la mujer como única cuidadora.
Analizar junto a las familias los mensajes sexistas que nos llegan a través de los medios de comunicación.
Organizar charlas, tertulias y jornadas que aborden esta temática en momentos puntuales para sensibilizar sobre el sexismo (un buen momento podría ser con los juguetes navideños o el 8 de marzo).
FUNCIONAMIENTO Y METODOLOGÍA
Su función será la de promover espacios y actividades que visibilicen y nos inviten a la reflexión en torno a la igualdad de sexo y la diversidad y la de velar, estar alerta ante posibles “gazapos” sexistas: cuidar el lenguaje en todos los escritos, revisar las programaciones, los cuentos…).
La comisión mantendrá contacto a través del correo electrónico y se reunirá 1 vez al mes en la escuela para hacer seguimiento y planificar las propuestas.
Además del trabajo de la comisión, el personal laboral llevará a cabo varias sesiones de sensibilización y formación en cuanto a coeducación, encaminadas a la reflexión personal y el cambio en actitudes sexistas.
La intención es que el trabajo en esta comisión, no sólo se oriente hacia el trato igualitario de todas las criaturas, sino también hacia la compensación de los mensajes sexistas que les puedan llegar, ofreciendo alternativas que refuercen la igualdad.
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